54. Aunque se investigue hasta el final del límite último

Bertsoak [1]Xìn Xīn Míng antzezlanetik Konfiantzaren Bihotzari abestia,
hirugarren arbasoaren chan Jianzhi Sengcan.
Dokushô Villalbaren itzulpena eta iruzkinak.
Edizioak i, 2008.

究 竟 窮 極

不 存 軌 則

Aunque se investigue hasta el final del límite último,

no se encontrarán reglas ni leyes.

Iruzkina.

La sabiduría no se limita a la acumulación de conocimiento, sino que es un camino de autodescubrimiento y transformación. A diferencia de la tradición occidental, donde la figura del santo se erige en modelo a seguir, el budismo ensalza la figura del sabio, aquel que se embarca en una búsqueda incansable de la verdad. Baina hala ere, este camino no está exento de peligros, uno de los cuales es la obsesión por alcanzar ellímite últimode la comprensión.

Esta búsqueda obsesiva de respuestas definitivas puede llevarnos a perder de vista la esencia misma del buddhismo: hutsunea. La vacuidad nos enseña que todos los fenómenos carecen de una existencia fija e inherente, que la realidad es impermanente y está en constante cambio. Esto significa que nuestras certezas absolutas, esasreglas y leyesque buscamos imponer a la realidad, son ilusorias.

Gero, ¿qué podemos aprender de la vacuidad? Si bien podemos acumular información y teorías, siempre nos enfrentaremos a la vastedad y complejidad de la realidad. Al tomar conciencia de ello uno solo puede conectar con la humildad y la honestidad de reconocer que no sabe, en esto reside la verdadera sabiduría.

Horregatik, nos abrimos a la incertidumbre y la abrazamos. Dejando de lado la búsqueda de certezas absolutas para así encontrar la paz aceptando la naturaleza transitoria de todas las cosas. La verdadera comprensión no surge de la búsqueda intelectual, sino de la rendición del ego y la apertura del corazón a la experiencia presente que es pura vacuidad.

Mi querido maestro Dokushô Villalba roshi suele contar una historia sobre un erudito budista especialista en el Sutra del Diamante que se encontró con una vendedora de pasteles de arroz, es muy ilustrativo a este respecto, es el siguiente[2]esta versión es una interpretación libre, he oído la historia muchas veces.:

Un erudito budista, especialista en el Sutra del Diamante, se encontraba en su camino hacia un templo donde un maestro zen predicaba sobre este sutra. Lleno de orgullo por su conocimiento, el erudito esperaba confrontar su sabiduría con la del maestro. En su camino, se encontró con una anciana vendedora de pasteles de arroz. Al ver los libros que llevaba, la anciana le preguntó sobre ellos. El erudito, con aire de suficiencia, le explicó que se trataba del Sutra del Diamante. La anciana, gero, le propuso un reto: si lograba responder a su pregunta sobre el sutra, le regalaría tantos pasteles como quisiera. Si no, se iría sin probar bocado.

La anciana le dijo entonces: En el Sutra del Diamante se dice: ‘La mente del pasado es vacuidad. La mente del presente es vacuidad. La mente del futuro es vacuidad’. Me gustaría saber con qué mente se comerá estos pasteles de arroz.
El erudito se quedó sin palabras y se dio cuenta de que la anciana poseía una comprensión profunda del Sutra que superaba con creces su propio conocimiento intelectual, no se quería ni imaginar la del maestro zen, avergonzado de su arrogancia, recogió sus cosas y se volvió por donde había venido.

En la profundidad de la simplicidad reside una sabiduría que trasciende el tiempo y el espacio. Estos versos de Jianzhi Sengcan son un valioso antídoto contra la soberbia que surge del creer que sabemos. La vacuidad nos invita a desprendernos de nuestras ideas preconcebidas y a abrirnos a la vastedad de la experiencia. Es en este estado de apertura donde podemos encontrar la verdadera sabiduría, aquella que surge de la humildad, la honestidad y la conexión con el aquí y ahora.

bibrazioak eta ahotsak nire gorputzean zehar nola oihartzun eta eboluzionatzen ari zirenaren ulermena jaso ahal izan nuenez:

Erreferentziak

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1 Xìn Xīn Míng antzezlanetik Konfiantzaren Bihotzari abestia,
hirugarren arbasoaren chan Jianzhi Sengcan.
Dokushô Villalbaren itzulpena eta iruzkinak.
Edizioak i, 2008.
2 esta versión es una interpretación libre, he oído la historia muchas veces.

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