52. When the movement ceases, surge la inmovilidad

El movimiento y la quietud son dos conceptos que parecen opuestos, pero que en realidad están profundamente interconectados. En la práctica de zazen, zen meditation, encontramos que la quietud no es la ausencia de movimiento, sino una profunda calma y serenidad que surge cuando la mente se aquieta.

51. Cuando se olvida la causalidad

En la tradición Zen utilizamos una metáfora, la del agua clara. Imagina un recipiente lleno de agua fangosa, donde el cieno ensucia su transparencia. El acto de dejar reposar este cieno nos conduce a experimentar la pureza y claridad del agua.

But, ¿qué sucede cuando el agua queda completamente limpia? Al eliminar todo rastro de impureza, ya no hay nada con que compararla. No podemos decirel agua está más limpia que la de ayersi ya no hay cieno. La claridad del agua se vuelve absoluta, perfecta en su sencillez.

50. Cuando cada existencia es observada con ecuanimidad.

The perception we have of reality through our senses is illusory, the buddhist doctrine of anatta (not me) postulates that there is no permanent, independent self that experiences the world, but what we consider as “me” It is actually a combination of five aggregates: form, sensations, perceptions, mental formations and consciousness. These aggregates are constantly changing and lack a permanent essence.

49. La naturaleza profunda de esta unidad.

En el universo todo está interconectado. En la tradición buddhista enseñamos que todo está intrínsecamente interrelacionado, que cada fenómeno y cada ser están conectados en una red cósmica de unidad. Al realizar esta unidad, no solo intelectualmente, sino también intuitivamente, comenzamos a vislumbrar la verdadera naturaleza de la realidad.

48. Cuando la mente no discrimina.

En la Vía del zen, las enseñanzas a menudo se transmiten a través de historias que desafían nuestra percepción convencional de la realidad y nos invitan a reflexionar. Una de estas historias es la del Maestro Chao-chou y su célebre respuestaMu”.

47. If the eye does not sleep, all dreams dissolve themselves.

The perception we have of reality through our senses is illusory, the buddhist doctrine of anatta (not me) postulates that there is no permanent, independent self that experiences the world, but what we consider as “me” It is actually a combination of five aggregates: form, sensations, perceptions, mental formations and consciousness. These aggregates are constantly changing and lack a permanent essence.

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