53. Aunque ambos no pueden coexistir

Versos [1]De la obra Xìn Xīn Míng Canto al Corazón de la Confianza,
del tercer ancestro chan Jianzhi Sengcan.
Traducción y comentarios de Dokushô Villalba.
Ediciones i, 2008.

兩 既 不 成

一 何 有 爾

Aunque ambos no pueden coexistir,

¿cómo podría darse lo uno sin lo otro?

Comentario.

Si dos cosas no pueden coexistir, ¿cómo puede una depender de la otra? En el mundo que nos rodea, encontramos una constante danza de opuestos: luz y oscuridad, alegría y tristeza, movimiento y quietud. Estos pares de opuestos no son independientes, sino que se definen y dependen el uno del otro.

La luz no cobra sentido sin la oscuridad, y la alegría no se aprecia sin haber experimentado la tristeza. Esta interdependencia de la dualidad se manifiesta en todos los aspectos de la vida. En la naturaleza, encontramos la vida y la muerte, el crecimiento y la decadencia. En la sociedad, encontramos la paz y la guerra, el amor y el odio. En nuestro interior, experimentamos la calma y la agitación, la felicidad y la tristeza.

La clave para comprender la dualidad no es negarla, sino aceptarla como una parte de la realidad tal y como la percibimos en nuestro estado de consciencia actual. Cuando a través de la práctica y las enseñanzas del Buddhadharma podemos abrazar los opuestos sin tomar partido, encontramos un equilibrio y una comprensión más profunda de la vida.

Los opuestos son interdependientes y se complementan mutuamente. El movimiento y la inmovilidad, lejos de ser entidades separadas y opuestas, son aspectos de una misma realidad, cuya naturaleza trasciende cualquier dualidad conceptual.

En la práctica del zazen, cultivamos esta capacidad de observar la dualidad sin aferrarnos a ninguno de sus polos. Observamos la mente, con sus pensamientos y emociones, sin juzgar ni condenar. Desde esta quietud interna, podemos apreciar la belleza y la complejidad de la vida y sumergirnos en ella sin miedo ni temor.

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1 De la obra Xìn Xīn Míng Canto al Corazón de la Confianza,
del tercer ancestro chan Jianzhi Sengcan.
Traducción y comentarios de Dokushô Villalba.
Ediciones i, 2008.

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